Por Pablo Madrigal, @madrigal_pablo
Si ustedes pueden hablar tres idiomas son trilingües. Si ustedes pueden hablar dos idiomas son bilingües. Si ustedes pueden hablar solamente un idioma, entonces están perdiendo muuuchas oportunidades.
Hablar de la
importancia de aprender inglés ya es prácticamente innecesario. Todos ustedes
seguramente saben que la necesidad de hablar este idioma correctamente ha
rebasado el ámbito profesional.
Sin embargo, para
las empresas, esta habilidad tiene un peso muy fuerte en decisiones como:
A quién contratar.
A quién promover a
un puesto más alto.
Quién permanece en
la empresa.
Quién tendrá la
oportunidad de tomar un curso en el extranjero.
Y qué proveedores
son seleccionados por las grandes empresas internacionales para hacer negocios
en México.
Adicionalmente,
cada vez con mayor frecuencia nos encontramos con situaciones personales en
donde esta competencia es un requisito.
Un ejemplo es:
La titulación a
nivel licenciatura y posgrado. Antes solamente las universidades privadas lo
solicitaban, pero hoy en día tanto al UNAM como el Politécnico lo
requieren.
Otros ejemplos son:
Las personas que
desean emigrar a países como Canadá, Australia, Nueva Zelanda e Inglaterra, en
el cual el punto crítico es acreditar un examen de inglés.
Y por último: Para la familia del
ejecutivo, ¿cuántos ejecutivos viajan a EU de vacaciones con sus familias y han
terminado siendo traductores? Y no disfrutan del viaje como deberían. O quizás
no han vivido esta experiencia porque no se sienten con el dominio necesario.
El inglés no es tan
difícil como ustedes seguramente piensan, claro que se requiere de memorizar
ciertas cosas, pero esto se logra a través de la práctica, porque el inglés es
una habilidad mental, como lo es cualquier otro idioma.
Pero ¿por qué digo
que es sencillo? Fíjense bien…
El estadounidense o inglés dice: “I was…” y con esta sola expresión nosotros podríamos estar diciendo: yo
era, yo fui, yo estaba o yo estuvo… ¡No es fácil explicarle al americano como
utilizar cada una de esas formas, es algo complicado.
Ahora veamos los
verbos y su conjugación. Utilicemos como ejemplo el verbo ir. ¿Cómo se conjuga
este verbo en el presente?; yo voy, tú vas, él va, nosotros vamos, ustedes van.
Ninguna forma es igual. Ahora en inglés; I go, you go, he goes, (se le agrega la
terminación s) we go, they go. Prácticamente todas las formas son iguales.
Veamos el pretérito, yo fui, tú fuiste, él fue, nosotros fuimos, ustedes
fueron. Nuevamente todas las formas son distintas.
Ahora, en inglés; I went, you went, he went, we went, they went. ¡Todas iguales! Y no hablemos del futuro, en donde,
no nada más todas las formas son distintas, sino que le aumentamos el famoso
acento ortográfico. Y decimos: Yo iré, tú irás, él irá, nosotros iremos,
ustedes irán. Y en idioma inglés sólo le anteponemos el auxiliar will y decimos: I
will go, you will go, he will go, we will go, they will go. Como ustedes ven, utilicé 15 formas distintas del
verbo ir y solo 3 para el verbo go.
Otro ejemplo, los
artículos, en español hay un artículo para el plural, otro para el singular,
uno más para el masculino y otro para el femenino, y decimos: La silla, las
sillas, el coche, los coches, y en inglés tenemos solamente un artículo: “the”.
The chair, the
chairs, the car, the cars.
Qué decir de los pronombres átonos. Le comuniqué, lo comuniqué, que a veces van al
final del verbo; comunícame, comunícate, o antes del verbo; me comunique, te
comunicaste. En inglés estos no existen. ¿Quiere saber la explicación del uso
correcto de los pronombres átonos de 3.ª persona? Para usar adecuadamente estos
pronombres según la norma culta del español general, debe tenerse en cuenta, en
primer lugar, la función sintáctica que desempeña el pronombre y, en segundo
lugar, el género y el número gramatical de la palabra a la que se refiere. ¿Les
quedó claro?
Pero habrá alguien que me diga que sí, que tengo
toda la razón, el inglés es un idioma mucho más sencillo, pero dicen que no es
lógico… porque los americanos dicen el azul coche, en lugar de; el coche azul.
Primero debemos mencionar el sustantivo y luego sus características. Y les
pregunto, díganme por favor porque nosotros decimos con él, con ella, con
nosotros, con ustedes y no con-yo. ¿Qué tiene de lógica el conmigo?
No hay pretextos
para no aprender inglés. Quítense de la mente de que es un idioma difícil y
espero que todos ustedes, muy pronto, sean bilingües, o hasta trilingües.
¡La mejor inversión
que ustedes pueden realizar, es en ustedes mismos! ¡En su crecimiento y
desarrollo!