"I have a dream that my four little children will one day live in a
nation where they will not be judged by the color of their skin but by the content of
their character. .."
Así como el famoso discurso de Martin Luther King Jr. "I have a dream" es fuente de inspiración para el activismo contra cualquier tipo de discriminación, en México es probable que la respuesta al mismo fuera una mirada de incredulidad u cualquier otra reacción apatíca, pero no una respuesta entusiasta.
Y es que, en México, existe una triste resignación a la falta de oportunidades, a ser discriminado y a ser juzgado por cualquier tipo de características excepto por aquellas que realmente importan, como los talentos o la capacidad intelectual.
En un país donde el poder adquisitivo del salario mínimo se contrae desde 1973, donde los problemas económicos son pan de cada día, donde mas que confiar en el estado de derecho se confia más en la buena suerte para no ser sujeto de la delincuencia y donde parece que los tiempos de vacas flacas jamas acaban y en cada generación son cada vez más flacas; las nuevas generaciones de adultos tienen un absolutamente justificado pésimismo sobre su futuro.
A partir de la crisis financiera mundial de 2008, se hicieron mediáticos efectos como el alto desempleo en los jóvenes, adultos viviendo en sus casas por mucho tiempo, por falta de empleo o empleos mal pagados, o el llamado fenómeno NiNi: Ni estudio, Ni trabajo.
Sin embargo, esos fenómenos eran referidos a países periféricos europeos, en nuestro país no significan ninguna novedad.
En éstas condiciones son en las que los miembros de Tiempos Modernos, Liderazgos Modernos (TMLM) nos hemos desarrollado. Jóvenes-Adultos que con mucho esfuerzo hemos podido desarrollar distintas carreras profesionales. Durante ese tiempo, hemos visto falta de oportunidades, discriminación y competencia desleal.
Durante este tiempo, hemos visto como las capacidades intelectuales es lo que menos se toma en cuenta, y sí en cambio, las relaciones familiares, y con ellas, construcción de carreras profesionales manipuladas para mostrar actividades y habilidades inexistentes pero si curricularmente amparadas.
En otros casos, jóvenes talentosos y capaces, triste y miserablemente se resignan a que su única oportunidad es mediante la sumisión a personas o grupos, llamense partidos políticos o compañeritos de papas con posibilidades de colocarlos en buenos empleos.
Un joven de escasos recursos no puede desarrollarse académicamente, trabajar y al mismo tiempo realizar otras actividades curriculares que lo harían acceder a oportunidades laborales en condiciones justas por valoración de méritos.
Al mismo tiempo, es probable que a jóvenes con dificultades para prepararse profesionalmente, no se les haya prestado la orientación necesaria para accesar al mercado laboral. Desde la adecuada presentación de un CV, hasta la correcta preparación para entrevistas laborales, actividades extracurriculares, presentación, expresión oral, etc.
Habilidades de este tipo son las que los miembros de TMLM hemos aprendido de forma poco eficiente, y que, después de batallar y seguir batallando por subir la escalera al éxito profesional, no consideramos justo quitarla para los demás jóvenes que se ven en las mismas condiciones que nos vimos.
Si algo es evidente para nosotros es que nuestro país esta al servicio de una élite y no estamos dispuestos a quedarnos de brazos cruzados y dejar al destino el cambio.
Ésta es nuestra estratégia, nuestro compromiso y nuestro sueño.